Ahora con todo el revuelo mediático que envuelve a la tonadillera, hemos creido conveniente recuperar el análisis grafológico que hizo nuestra presidenta para el Correo Gallego.
La firma de Isabel Pantoja
Esta semana uno de los nombres que salió a la palestra durante las clases del Doble Máster en Pericia Grafológica fue el de la cantante Isabel Pantoja. Entre otras cosas, además de analizar su letra hice un repaso por su lenguaje corporal, que corroboró como es lógico su grafosicología.
Tras analizar la evolución de sus firmas a lo largo de 30 años, me quedaré con la firma de finales de los 90. Resalta sobre todo que su firma está cargada de rasgos curvos que se entrelazan entre sí, pero con la peculiaridad de que siempre un dibuja un enredo inicial sobre todo en la letra «P» de su apellido. Esto nos habla de una mujer que es muy artificial y sobre todo cuando habla. Es una persona a la que le gusta y se le da muy bien crear historias, lo que en la Escuela Grafológica francesa describen como capacidad de elaboración intencionada de fabulas.
Otro aspecto que encontramos en su firma es el rasgo curvo que se cierra en las iniciales: esto es reflejo también de los deseos de Isabel Pantoja de ser más reservada y discreta. Llamativa es sobre todo la forma en que escribe la «I» de su nombre y que pocas veces vemos realizada de esta manera , ya que se parece a un bucle cerrado, propio de personas que se escudan ante las muestras de afecto y donde el egocentrismo es el núcleo de su personalidad.
Pasamos a la letra «a», llamativa por su tabique alto resalta su postura defensiva y altiva, que no deja de ser otra cosa más que afán de protegerse ante los demás. Es orgullosa y consciente de su mérito, con grandes dotes para imponer su voluntad. En definitiva busca ser el centro de todos los que le rodean. Es dominante y controladora.
La rúbrica en su parte final aparece dibujada como un arpón muy marcado y decidido. Este movimiento que realiza al firmar refuerza los rasgos de personalidad que aparecen en la «a» y en las mayúsculas, de mujer con gran voluntad impositiva, que puede llegar a ser muy dura y sobre todo muy terca.
La energía es otro de sus rasgos que unido a su terquedad, la pueden convertir en algunos momentos de su vida en excesivamente persistente, pudiendo considerarse incluso obsesiva. Es una persona que no puede evitar recrearse una y otra vez en la misma historia.
Por último decir de Isabel Pantoja que destaca por su gran capacidad de trabajo, lo que unido a otros aspectos de su personalidad le puede alejar muchas veces de las alegrías de la vida.
Para terminar, un juego al que cuando estoy en petit comité gusta, que es buscar al azar frases sobre alguna característica destacada de los personajes públicos que analizo. Ahí van:
«El orgullo engendra al tirano. El orgullo, cuando inútilmente ha llegado a acumular imprudencias y excesos remontándose sobre el más alto pináculo, se precipita en un abismo del que cuesta salir».
A esto algunos contestarían: «Es duro caer, pero es peor no haber intentado nunca subir».
Y para muchos: «Si valoras y alimentas el ego cuando hay reconocimiento público, asegúrate de que sea compatible con tus actos, porque si en verdad prevalecen los valores de honestidad … admitir el fraude sería más valeroso y honesto, que llevar honores inmerecidos».
Nuria Pereira